La erupción del volcán Nevado del Huila, en el sudoeste de Colombia, la noche del jueves, ya ha provocado al menos diez muertos, cuyos cadáveres fueron recuperados el sábado. Sin embargo, la lluvia y los aludes de lodo seguían impidiendo ayer la llegada de los equipos de socorro al municipio de Belalcázar, el más afectado, por lo que las autoridades no descartan que haya más muertos. El mal tiempo obligó a la fuerza aérea a suspender los vuelos, única forma de alcanzar la zona, y sólo un helicóptero con alimentos pudo llegar ayer a Belalcázar.
Ya, el pasado día 16 de este mes, las autoridades colombianas evacuaron a miles de los habitantes de la zona de riesgo del volcán Galeras, situada frente a Pasto y otras localidades del departamento andino de Nariño, ante el peligro de una erupción. Los organismos de rescate emprendieron el traslado a unos 47 albergues de los residentes en el perímetro de la cima andina de 4.276 metros de altitud, situada 800 kilómetros al suroeste de Bogotá y prohibieron transitar por las carreteras periféricas.
“Se reportan cinco puentes destruidos, que tienen incomunicada la zona, debe haber un puente aéreo de la Fuerza Aérea para apoyar la zona, e Invías debe proceder de inmediato con toda la velocidad a reinstalar esos puentes”, señaló el presidente Álvaro Uribe quien sobrevoló la zona. Los alcaldes de la zona reclamaron del gobierno departamental y nacional atención inmediata para recuperar la infraestructura afectada.
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