30 may 2016

Evaluación del Impacto Ambiental

Y con esta presentación de Eduardo Gómez se completa el bloque temático de Gestión Ambiental, correspondiente al tema de la EIA (Evaluación de Impacto Ambiental).


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25 may 2016

¿Ecoetiquetado o ecoconfusión?

El último apartado del bloque temático de Gestión Ambiental trata de los instrumentos utilizados para realizar dicha gestión. Como bien indica vuestro libro de texto, los instrumentos son de varios tipos: medidas legales, ayudas financieras I+D, medidas fiscales (ecotasas, desgravaciones fiscales), ordenación del territorio, la EIA (Evaluación de Impacto Ambiental) y la ecoeficiencia de las empresas y productos (ecoauditorías y ecoetiquetas). Relacionado con estas últimas, es este artículo de mayo de 2012 de la OCU:

Las etiquetas ecológicas o ecoetiquetas son símbolos que se otorgan a aquellos productos cuya producción y reciclado producen un menor impacto sobre el medio ambiente debido a que cumplen una serie de criterios ecológicos definidos previamente por el análisis de su ciclo de vida.

Los orígenes de las ecoetiquetas se pueden encontrar en la creciente conciencia global de proteger el medio ambiente por parte de los gobiernos, las empresas y el público en general. Inicialmente, sobre todo en los países desarrollados, algunas empresas reconocieron que esa conciencia global podía generar una ventaja competitiva para ciertos productos. Entonces se incluían etiquetas con expresiones tales como “reciclable”, “baja energía” y “contenido reciclado”.

Estas etiquetas atraían a los consumidores que las veían como una forma de reducir los impactos ambientales a través de sus hábitos de consumo. Sin embargo, se inducía a la confusión, ya que al no existir unas guías estándar y de investigación a cargo de terceras partes, los consumidores no podían asegurar la veracidad de las afirmaciones realizadas en los productos.

Fuente: revista OCU Compra Maestra nº 370, mayo 2012
Según un estudio de 2012 de la OCU (publicado en el nº 370 de la revista OCU Compra Maestra) sobre el ecoetiquetado:

"Por un lado, el significado de muchos de estos símbolos y logotipos no es suficientemente conocido por el consumidor. Por otro lado, abundan las ecoetiquetas que se conceden las marcas sin una supervisión independiente, así como los reclamos infundados o engañosos. Una indefinición que, a falta de una regulación legal que obligue a cumplir ciertos preceptos, no contribuye precisamente a generar confianza.
Al hacer nuestro estudio hemos podido comprobar la recurrencia de estos y otros problemas. Y es que más de la mitad de las alegaciones resultaron ser confusas o no se justificaban de ninguna manera. Sin embargo, el problema no se reduce al exceso de autodeclaraciones poco verificables, concretas y con poca o nula base científica. También reside en la escasa repercusión de etiquetas que sí suponen una garantía.

Mercadona nos brindó un buen ejemplo de esta problemática: pese a que todos sus productos de celulosa tenían la certificación FSC, dejó de imprimirla porque sus clientes no la identificaban. En lugar de eso, prefirió usar el logo de WWF (World Wildlife Fund), una organización que apoya el sistema FSC, y que resulta más familiar para sus compradores.

El caso es que seis años después de nuestro anterior estudio, subsisten muchas de las lacras ya descubiertas entonces, incluido un elevado grado de confusión por culpa de un gran número de etiquetas inútiles o con doble sentido y de la coexistencia de varias etiquetas diferentes para un mismo mensaje".

Tras revisar 116 productos y comprobar que 3 de cada 4 llevan alguna etiqueta medioambiental, pero que solo la mitad de ellas tienen alguna utilidad, la OCU exige adoptar algunas medidas:

• Una reglamentación bien definida de los sistemas de ecoetiquetado. Y que se regule legalmente cómo deben presentarse y en qué deben fundamentarse las alegaciones medioambientales.
• Armonizar las iniciativas de ecoetiquetado mediante un enfoque común para un mismo tipo de información.
• Promover la integración para evitar el absurdo de que existan etiquetas europeas, nacionales, autonómicas y hasta privadas para un mismo producto.
• Divulgar mejor y con total transparencia para poder identificar los productos con información ambiental y saber interpretar esa información.
• Llevar a cabo controles antes, durante y después de que un producto empiece a usar una certificación ambiental. Y que todas las etiquetas y autodeclaraciones inútiles desaparezcan del mercado.

Mucha más información sobre el ecoetiquetado en la web de  Eco Smes.

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23 may 2016

Día Internacional de la Biodiversidad 2016

Ayer, 22 de mayo, se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Biodiversidad. El eslogan escogido este año es «Integrar la biodiversidad: sustento para las personas y sus medios de vida».

La biodiversidad es la base para la vida y los servicios esenciales que prestan los ecosistemas. Por lo tanto, garantiza el sustento de las personas, de sus medios de vida y el desarrollo sostenible en todas las áreas de actividad, incluyendo los sectores económicos como la agricultura, la silvicultura, la pesca y el turismo, entre otros. Al detener la pérdida de biodiversidad, estamos invirtiendo en las personas, en sus vidas y en su bienestar.

¿De qué manera pueden las empresas integrar la biodiversidad en sus estrategias y procesos de toma de decisión? Cualquier actividad desarrollada por las empresas de los distintos sectores consume recursos naturales y genera impactos, primarios y secundarios, que afectan a la biodiversidad. En muchas ocasiones, los recursos afectados son cruciales para la actividad socioeconómica de las áreas en las que se opera, por lo que estos impactos han de ser tratados adecuadamente y de forma proporcionada a su magnitud, sobre todo en el caso de los impactos secundarios.

Esto se puede lograr mediante la integración de consideraciones relativas a la conservación de la biodiversidad dentro de los sistemas de gestión ambiental, en los estudios de impacto ambiental y social o en Planes de Acción de Biodiversidad (PAB) a escala corporativa, unidades de negocios, países y emplazamientos.

El desarrollo del PAB permite a las compañías disponer de un plan de acción que documente y sistematice los criterios y acciones que deben ser llevados a cabo vinculados a la biodiversidad, de manera que pueda ser difundido de acuerdo a las necesidades de la empresa. En este sentido, el PAB debe incluir los planes de acción que se están implantando para hábitats sensibles y especies en lugares específicos donde las compañías tienen recursos biológicos dentro de sus áreas de trabajo, pero también pueden abarcar una gama de otras iniciativas sobre biodiversidad de acuerdo al tamaño, operaciones, objetivos y tipo de empresa.

La decimotercera reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Biodiversidad
(COP 13) que se celebrará en Cancún (México) del 4 a 17 diciembre de 2016 se centrará en la integración de la diversidad biológica en todos los sectores, lo que está estrechamente vinculado al lema seleccionado para celebrar el Día Internacional de la Biodiversidad de este año. Desde la CDB animan a las Partes a identificar ejemplos de integración de la biodiversidad que contribuyen al sustento de los medios de vida. Dichos ejemplos pueden tener distintos formatos: estudios, vídeos y otro tipo de materiales que serán compartidos en la página web del Día Internacional de la Biodiversidad 2016.

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8 may 2016

Presentación sobre gestión ambiental

A partir de una presentación descargada de Internet (ligeramente modificada) sobre gestión ambiental se pueden repasar los principales aspectos de este tema:


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7 may 2016

La gestión de los residuos urbanos domiciliarios en Madrid

Vivimos en una cultura de "usar y tirar" (ver una entrada anterior sobre este tema). Cuanto mayor es la generación de residuos, mayor es el volumen que debe ser transportado, tratado y eliminado finalmente en los vertederos, siendo mayor el coste de su gestión. En la Comunidad de Madrid generamos unos dos millones de toneladas de residuos domésticos al año. Esto supone más de 500 kg por habitante y año, una de las tasas más altas de España.

El crecimiento constante del número de habitantes de nuestra Comunidad, conjugado con el actual estilo de vida, exige para la gestión de los residuos, infraestructuras capaces de tratarlos de manera eficiente, cubriendo las distintas fases por las que pasan los residuos hasta su disposición final. Estas infraestructuras ayudan a mantener un medio ambiente más limpio, en la actualidad y en un futuro.

Su número debe ser adecuado en relación con la densidad de población, la forma de recogida, los costes de evacuación y el destino final. Para dar respuesta a estas necesidades, la Comunidad de Madrid planifica y lleva a cabo proyectos de construcción y ampliación de infraestructuras que permiten realizar las actividades asociadas a la gestión de residuos.


Es necesario recordar que la construcción y el mantenimiento de estas instalaciones suponen una importante inversión con recursos públicos, por lo que no podemos olvidar que para que el sistema funcione de forma óptima, los ciudadanos debemos tener una actitud responsable, siguiendo indicaciones como reducir la cantidad de basuras que generamos en nuestros hogares y separarlas correctamente. De esta manera disminuiremos la necesidad de construcción de infraestructuras y de tratamiento de basuras mal separadas, contribuyendo así a disminuir el impacto de los residuos en el medio ambiente.

Para una correcta separación puede ser muy útil una guía editada por el Ayuntamiento de Madrid (en pdf), realizada en colaboración con el Equipo de Investigación en Educación Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid, y que pretende resolver las numerosas dudas que tiene la mayoría de habitantes de nuestra ciudad. Ver también la siguiente infografía de El País.

Más información (recogida de muebles, situación de los puntos limpios, etc.) en la web de limpieza y recogida de residuos del Ayuntamiento de Madrid.

Podemos definir la gestión de residuos como el conjunto de actividades aplicadas a los residuos, con la finalidad de darles el destino más adecuado. En esta gestión se incluye la vigilancia de los lugares de depósito o vertido después de su cierre. Los municipios son los encargados de realizar las operaciones de gestión de los residuos domiciliarios o urbanos, siendo obligatorios los servicios de recogida, transporte y, al menos, la eliminación de los mismos. De modo general, las operaciones o fases que comprende la gestión de los residuos se denominan: prerrecogida, recogida, transporte, tratamiento y eliminación.

Recogida neumática de residuos
La primera etapa del proceso se puede considerar la prerrecogida. Es la fase en la que los ciudadanos colocan los residuos, tras la adecuada clasificación en sus hogares, en lugares específicos habilitados por los ayuntamientos, tales como contenedores y cubos herméticos de recogida selectiva, de diferentes tamaños colocados en las vías públicas, bocas de sistema neumático, etc. Se trata de una fase de acopio de residuos, previa a su retirada.

La fase siguiente es la recogida, que consiste en retirar los residuos que, en la etapa anterior, han sido dispuestos por los ciudadanos en contenedores y vaciarlos en los vehículos de transporte. En esta fase se utilizan distintos vehículos adaptados al tipo de recogida. El más habitual es el hermético.

Otro sistema que se está implantando en numerosas localidades es el de recogida neumática, que consiste en una serie de tuberías, cada una para un tipo de residuos, que aspiran las bolsas hasta una central subterránea para su posterior transporte.


Otro tipo de recogida es a través de los contenedores o iglús dispuestos en las calles para vidrio, papel y cartón, ropa, envases, y otros tipos de residuos. Se realiza mediante camiones que tienen dispositivos especiales de elevación de los contenedores.

Mención aparte, en este apartado de recogida, merecen los puntos limpios (los hay fijos y móviles) que son instalaciones municipales a las que los ciudadanos podemos llevar los residuos peligrosos que generamos en nuestros hogares y que suponen una cantidad muy pequeña comparada con el resto de basuras. Un tipo de residuos peligrosos domésticos que pueden recogerse de forma aislada son los medicamentos en los contenedores de las farmacias (puntos SIGRE).

Una vez recogidos los residuos pasan a la fase de transporte que consiste en su traslado a las instalaciones de tratamiento específicas. Hay que tener en cuenta que los residuos no pueden eliminarse directamente en los vertederos, se deben someter previamente a tratamientos para extraer de ellos las fracciones que puedan ser aprovechadas de nuevo.

Se utilizan vehículos especiales dotados de sistemas de compactación, que evitan la salida de gases e impermeabilizados para evitar derramar líquidos. Las capacidades de estos vehículos varían entre los más pequeños, utilizados en los cascos antiguos de calles estrechas, hasta los de gran capacidad para áreas más modernas de las ciudades con calles más anchas. El transporte puede ser directo, desde los lugares de prerrecogida a las instalaciones de tratamiento, o realizarse con una parada intermedia en una planta de transferencia, cuando las distancias entre los puntos de recogida y las plantas de tratamiento son muy grandes.


La siguiente fase es el tratamiento, que es el conjunto de operaciones encaminadas a separar los distintos tipos de materiales que forman los residuos, de modo que se puedan aprovechar. El tratamiento que se da a los residuos depende, entre otras cosas, de la naturaleza de los mismos. Desde este punto de vista, podemos agrupar los tipos de tratamiento en:
  • Clasificación: para envases, papel y cartón, vidrio, distintos tipos de plásticos, maderas, metales y brik. Una vez separados se reciclan
  • Compostaje y biometanización: para materiales fermentables como restos de comida y de poda. 
  • Valorización con recuperación de energía: para materiales con alto poder energético. 

Tras el paso de los residuos por las distintas operaciones que se realizan en las plantas de tratamiento queda, como resultado, una "fracción final" o "rechazo" que es la que se dispone para su eliminación en los vertederos puesto que no puede tener ningún uso (ver otra entrada anterior). Otra técnica de eliminación es la incineración sin recuperación de energía, que en la Comunidad de Madrid no se realiza.
Fuente del texto: "La gestión de los residuos. Infraestructuras". Cuadernillos de Información Ambiental. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del territorio de la Comunidad de Madrid.

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5 may 2016

Ecosistemas urbanos y residuos

En esta presentación de Eduardo Gómez podéis ver los contenidos de la segunda parte del bloque temático de Gestión Ambiental, correspondiente al tema de los residuos y su gestión.

Residuos
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También podéis descargaros una publicación electrónica (archivo ejecutable), esta vez de mi propia "cosecha" y realizada con Neobook, de la web del departamento de Ciencias Naturales de mi anterior centro, que trata del tema de los RSU en España, con el ejemplo concreto de Madrid.
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