17 ago 2007

El desastroso balance del seísmo de Perú

Desgraciadamente, el último balance eleva a más de 500 la cifra de muertos y 1.500 la de heridos por el seísmo. Los equipos de rescate calculan que hay unos 85.000 damnificados. La ciudad más afectada, Pisco, de 130.000 habitantes, ha resultado dañada gravemente en un 70% y pasa su segunda noche en tinieblas ante el temor de saqueos. El Ejército ha intervenido en la seguridad, para evitar "intentos de vandalismo", según ha explicado el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo.
El presidente peruano ha solicitado a los alcaldes que abran los edificios públicos para evitar que los damnificados pasen la noche a la intemperie.

Las ciudades más afectadas son Chincha, Pisco e Ica, las tres cercanas una de otra y situadas a unos 300 kilómetros al sur de Lima. En Ica, se derrumbó una iglesia y numerosas casas, mientras que en los edificios más elevados se han abierto grietas.

Los afectados por el seísmo se han quejado de la lentitud y la mala distribución de la ayuda humanitaria. Jorge del Castillo ha admitido que están produciéndose retrasos en el reparto de esta ayuda, pero ha aclarado que esto se ha debido a que los envíos por carretera se han demorado por los graves daños que ha sufrido la Panamerica Sur.

Mientras, las labores se centran en la desesperada búsqueda de supervivientes sin servicios básicos y problemas de comunicación. Los departamentos más afectados, el de Ica y Cañete, han sido declarados zona de emergencia por el gobierno. Los equipos de rescate trabajan contrarreloj, especialmente en Ica y Pisco, y se hace todo lo posible para hacer llegar a la mayor brevedad la ayuda humanitaria.

Desde Lima han partido varios aviones hacia la zona más afectada con varias toneladas de comida, mantas, tiendas de campaña y medicamentos, y su distribución será coordinada desde el área de la catástrofe. Además, se creará un puente aéreo con la capital para trasladar a los heridos con el fin de no saturar los hospitales de esta región.

El presidente peruano, Alan García, ha pedido la colaboración de las empresas y a los ciudadanos para ayudar en las labores de rescate. Una de las prioridades es restablecer el servicio de agua potable, para lo que ha solicitado grupos electrógenos para hacer que funcionen los pozos que pueden suministrar el agua a los damnificados.

Son ya numerosos los países que están ofreciendo ayuda y recursos a Perú tras el devastador terremoto. El primer país en colaborar ha sido Bolivia, el país más pobre de Suramérica, que ya enviado un avión con 12 toneladas de medicinas y alimentos como azúcar, arroz, harina y aceite, además de 15 voluntarios del grupo de búsqueda y rescate.



extracto del artículo de "elpais.com"

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