Actualmente, nuestro planeta trata de ofrecer los recursos necesarios para sus siete mil millones de habitantes (nueve mil millones en 2050), sin embargo, la FAO estima que un tercio de la producción alimentaria se pierde o es desechada. Este hecho es altamente perjudicial para las fuentes naturales de recursos y genera consecuencias negativas en el medio que nos rodea.
Desperdiciar comida supone además tirar a la basura todos los recursos que se han invertido en producirla. La situación actual es de un desequilibrio sangrante, y de gravísimas consecuencias para todos, sociales, éticas y mediambientales.
¿Qué puede hacer el consumidor?
- Comprar lo que se vaya a consumir, vigilando fechas de caducidad.
- Extremar las precauciones en la conservación y elaboración de alimentos.
- Aprovechar los restos, para elaborar nuevos platos en otras comidas.
- O congelarlos para otra ocasión.
- Optar por los productos de temporada.
- Elegir preferentemente productos locales, evitando así los gastos desmesurados en transporte.
- Evitar el sobreembalaje.
- Cambiar hábitos e incluir en su cesta productos sostenibles, ecológicos y de comercio justo.
Fuentes: web de la ONU (PNUMA) y de la OCU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario