Después de más de 4.000 millones de años, las medusas se preparan para una segunda explosión. La pesca abusiva de especies depredadoras -como atunes, caballas y tortugas marinas-, el calentamiento y la contaminación del agua son el caldo de cultivo ideal para que estos primitivos animales de aspecto gelatinoso y punzantes tentáculos proliferen. El Mediterráneo, un mar cerrado donde estos factores se dan todos a la vez y concentrados, puede convertirse en un espacio de aguas viscosas y urticantes, según advierte la Agencia Europea para el Medio Ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario