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Fuente de la imagen: despiertaalfuturo.blogspot.com |
Ecovative, una empresa neoyorquina especializada en diseño ecológico, ha creado un plástico natural y biodegradable, el EcoCradle, a partir de las fibras de los hongos, los micelios, mezcladas con desechos de plantas de procesamiento de algodón. El plástico a base de hongos ideado por unos exalumnos del Instituto Politécnico Rensselaer (EEUU) es altamente biodegradable y se reintegra en el ecosistema en un plazo de entre tres meses y un año.
Ecovative firmó un acuerdo con el gigante de la informática Dell para convertir en sostenible el embalaje de sus ordenadores. Además, hace sólo unos días, la compañía automovilística Ford anunció que utilizará en sus vehículos el otro gran producto de Ecovative, el Greensulate, un aislante de fibras de hongos que es más barato, ecológico y ligero que las espumas tradicionales, además de ignífugo.
La industria automovilística también podría sufrir un cambio radical si un grupo de científicos brasileños con base en EEUU culmina con éxito el desarrollo de fibras de nanocelulosa a partir de limones, piñas y plátanos. Este compuesto frutal reciclable, similar al plástico y tan duro como el Kevlar, podría usarse para diseñar piezas de vehículos.
YiqiYang, profesor de Bioingeniería de la Universidad de Nebraska, se ha propuesto que los millones de plumas de aves que acaban en la basura cada año se conviertan en los sustitutos del petróleo. Las plumas, como las uñas o el pelo, están compuestas principalmente por queratina, una proteína que, aplicada a la actual fórmula de fabricación de plásticos, podría aumentar su fuerza y reducir su peso.
Leído en publico.es
