La "boina" sigue sobre Madrid

Fuente de la imagen: blogs.km77.com

Hay preocupación en Madrid. El Ayuntamiento ha recomendado a los ciudadanos que usen el transporte público y eviten llegar a la capital en sus vehículos privados ante la previsión de estabilidad meteorológica para los próximos días, con el objetivo de evitar que suban los niveles de contaminación atmosférica (la famosa "boina" que gravita sobre nuestra ciudad). Este fenómeno está causado por el proceso de inversión térmica, que ocurre cuando la temperatura del aire a nivel de suelo es más baja que en capas atmosféricas superiores, al contrario de lo que sucede habitualmente, según fuentes municipales. Este efecto provoca que el aire más fresco de la superficie, y con él las partículas contaminantes, queden atrapados al reducirse las corrientes de aire verticales.

La "boina" de contaminación de Madrid se ha convertido ya en un elemento más del paisaje madrileño. Divisar el 'skyline' desde cualquier punto de la sierra es darse cuenta que Madrid vive muchos días al año entre brumas. Brumas de polución, como las que se hicieron famosas en el Londres industrial de finales del siglo XIX o el Pekín de la actualidad.

Los preocupantes niveles de dióxido de nitrógeno que sufre Madrid esta semana han puesto otra vez el tema sobre el despacho del alcalde. Pero no es un asunto nuevo para él. Es un problema que le preocupa bastante, pero que no ha sabido atajar drásticamente, sino con parches.

Alberto Ruiz-Gallardón ya era consciente en su primera legislatura que algo había que hacer para reducir la contaminación. Por eso, el 9 de febrero de 2006, hace exactamente cinco años, la Junta de Gobierno aprobó una drástica medida dentro de la Estrategia Local para la Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2006-2010. ¿Qué pasó con ella? ¿Y del cacareado Plan Azul de la Comunidad de Madrid? ¿Quién pone el cascabel al gato de la polución atmosférica de una vez por todas?

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